Texturas del tiempo


En agosto de 2020 salíamos de vuelta a las calles para caminar y recorrer nuestras ciudades luego de varios meses de cuarentena estricta. Después de tanto tiempo viendo el mundo a través de pantallas, de pasar mis días deslizando la yema de los dedos sobre la superficie pulida y reflectante del celular, de no sentir los olores del mundo, volví a la calle para sentirla.

Lo primero que hice en esos días fue recorrer mi barrio, temprano por la mañana, cuando había poca gente. Me entretuve con el simple hecho de caminar e intentar percibir olores por debajo del barbijo, y de observar todos esos detalles que siempre me llamaron la atención y que esta vez, por la notable ausencia de transeúntes, podía apreciar con tranquilidad.

Volví a fascinarme con las particularidades de la arquitectura local, encontrando especial deleite en lo gastado y derruido. Eran cosas que me hablaban del paso del tiempo, que parecía haberse reanudado, después de un período en que sentía que la vida había quedado suspendida. Y también apelaban al tacto y hasta inspiraban aromas y sensaciones.

Todos esto me hizo recordar las nociones referentes al Wabi-sabi tal cual las detalla Leonard Koren en su ensayo sobre el tema: la estética de lo efímero, lo incompleto e impermanente. Comencé a preguntarme como podía expresar en mi trabajo estas ideas que tanto me interesan, desde mi propia perspectiva, orígenes e historia.

Fue así como elegí poner énfasis en las texturas un poco mas ásperas y gastadas, pero sin provocar estas acciones adrede, sino como el resultado de un proceso. La porcelana sin esmaltar y los textiles cosidos y luego teñidos me llevaron por el camino que deseaba recorrer. Y todavía estoy en eso, pero mientras sigo experimentando, comparto algunas imágenes de lo que va surgiendo.


SERIE CONURBANA

Esta es una imagen que armé usando una aplicación de edición fotográfica para mostrarles la intención detrás de la serie de cuatro láminas que hice para El Pez Enmarcado. Quería crear algo que hablara desde la sencillez, que sirviera para conectarnos con el lado cálido y suave del mundo y que también fuera ese toque especial para un lugar preferido de nuestro hogar. Porque a veces, con poco se hace mucho.

BLOG: CUADERNO EN FLOR

En 2019, mi amiga Laura Basterrechea, supervisora de la recuperación de la Confitería del Molino, me invitó a recorrer las instalaciones del lugar que comenzaba de a poco a ser restaurado. Fue una experiencia maravillosa porque pude espiar y observar con cuidado los espacios y rincones de un edificio emblemático, tanto por su excentricidad como por el estado avanzado de decadencia al que se lo dejó llegar.

Caminando por sus recovecos, tocando las superficies áspera de las paredes gastadas y apreciando la suavidad de las baldosas esmaltadas en oro que recubren el techo, cual escamas de algún animal mítico, no pude evitar preguntarme acerca del por qué de mi atracción por este tipo de lugares. Les invito a leer el texto que escribí en mi blog, al cual titulé "Naturaleza artificial" y que ilustré con una selección de las tantas fotos que tomé aquel día.

DESTACADA

COLLAR AVE N°11
Porcelana con esmaltes de reducción, gres y cordones de algodón teñidos con tinte natural de palta.
Disponible en SACH San Telmo, Estados Unidos 300 y en TIENDA ONLINE.


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Cecilia Borghi

Creando porcelanas y dibujos desde 2008. Buenos Aires, Argentina.

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